lunes, 8 de septiembre de 2014

Capítulo I :)

Capítulo I

Hola lectores, siento muchísimo el retraso. Tuve un problemilla técnico con esto de las entradas. He cambiado un poco el diseño, en la pestaña de capítulos tenéis unos enlaces directos a ellos. 
Gracias por vuestra paciencia y espero que disfrutéis de la lectura.
Besos

                                                                                                                                        




Me despierto sobresaltada. Una turbulencia. Olvido por completo que esto es  un avión  y al levantar la cabeza… ¡Bum! Golpeo la nuca contra el asiento delantero. Estoy aturdida.

-Lo mejor es que vaya a por un poco de hielo.-Me levanto y busco a una azafata para pedírselo. El vaivén del transporte más la confusión provocada por el impacto hace que vea doble.

                                                    

-Buenas noches, dígame qué se le ofrece.

-Necesito un poco de hielo.-Digo poniéndome una mano en la parte dañada instintivamente.


-Aquí está.

-Gracias.

-Coja algo para comer también.

-Vale.-Me despido. No tengo hambre, llevo sin probar bocado desde que entré por la puerta. Se me ha esfumado el apetito. De todos modos, me obligo a pellizcar un poco el muffin. Lo acompaño con un sorbo de café. El sabor  me recorre de arriba abajo. Nunca me ha gustado, suelo echarle abundante azúcar para dulcificar el amargor.
                                                                     

Saco un libro “Insurgente” el segundo de la trilogía Divergente. Por Verónica Roth. Está interesante, de momento me ha gustado más el primero.

En el Chicago distópico de Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia... y ser quien realmente es, no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella.

Al final, Tris (así la apodan) elige Osadía y debe superar las pruebas de ingreso que no dejarán indiferentes a nadie. Sumándose a eso, descubrirá su mayor secreto. Es divergente. Puede controlar las simulaciones desde dentro, una aptitud que disgusta a los que tienen en sus manos el poder. Es incontrolable.  Este es el resumen del primero de los tres.

                                                   
                                                                       

Observo a los que me rodean. Una fila más allá hay una joven pareja. La chica, pálida y con ojos achinados. Tiene el pelo a la altura de la barbilla color trigo. Es guapa al fin y al cabo. Su acompañante, moreno y de ojos oscuros. Pasa desapercibido, su mirada vidriosa transmite una gran frialdad. Puede que sean imaginaciones mías. Trato de escuchar lo que dicen. Debaten sobre las películas de acción y ciencia ficción.

Poso mi mirada  en una señora mayor. A su lado está sentada una niña, risueña y adorable. Lleva atadas dos coletas que mueve  constantemente. Le pregunta a su abuela (intuyo) el funcionamiento de las salidas de emergencia. Ésta pretende responderle en la medida de lo posible mientras la nieta sigue formulando cuestiones a diestro y siniestro. Lo afronta con serenidad.
                                                                  
                                                               
Me pregunto si la madurez o la experiencia me dará esa paciencia. Cuatro horas a mi destino. ¡No se me pasa el tiempo! Oteo por la ventanilla correspondiente a mi asiento. Está despejado, adoro ver las nubes. Esponjosas. Tengo la impresión de que son de algodón. De que puedo tocarlas.

Recuerdo la primera vez que volé. Cuando tenía siete años. Estaba nerviosa. Mi corazón palpitaba rápidamente. No quería ser cobarde. “Si el resto pueden yo también” me había repetido insistente desde hacía dos semanas para hacerme a la idea. Despegamos y sentí que mi pequeño mundo se paralizaba, luego sonreí y posteriormente grité. Liberándome. Como si pudiese parar el transcurso de los minutos.

Ocho años más tarde aquí estoy yo. Por un motivo completamente distinto. Reacia a disfrutar. Con el pulso pausado. Casi obligada. Cruzando el océano en solitario. “Las cosas han cambiado” pienso.


3 comentarios:

  1. Aquí tenéis el primer capítulo!! Siento mucho el retraso :)
    Disfrutadlo!!!
    Besos

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  2. Hola, me encanta apoyar los blogs novela, así que leeré tu historia^^ yo llevo 2 en mi blog, pásate y me dices que tal van:) muchos besotes^^ nos leemos

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  3. Muchísimas gracias por comentar. Tú historia es genial, ya estás afiliada.
    Besos :)

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