viernes, 26 de septiembre de 2014

Capítulo VI

Holaaa!!! Ya estoy aquí :). Bueno, tenéis el nuevo capítulo.  Se me ocurrió que publicarlo hoy

en vez de el domingo era mejor idea porque así podéis leer el finde que supongo que es cuando estáis

 libres. A ver si os gusta ;-).


Por otro lado, llevo poco tiempo con el blog y una de mis metas es ir ampliando y abriendo nuevas  secciones para vosotros, queridos lectores. Tengo varias propuestas en mente, una de ellas sería
escribir reseñas de libros que me gustaron. No sé como puede salir, por eso me gustaría conocer
VUESTRA OPINIÓN. Podéis comentar si queréis o básicamente votar en la nueva encuesta.
Esperaré hasta mediados-finales de octubre, si la mayoría de votos o algún comentario son positivos
 lo haré. El motivo de esta noticia no es más que seguir mejorando con vuestra colaboración, os pido
que me ayudéis.

Finalmente, decir que a partir de ahora voy a publicar descripciones de los personajes principales. Iré una por una a medida que avance la historia. Os parece bien?

Bueno, no me enrollo más! Muchísimas gracias por vuestras visitas, ya queda menos para las 600!!!!

Besos

                                                                                                                                Happydreams




Una vez en mi cuarto, echo una ojeada a cuanto me rodea sobrecogida. ¡Qué bonito! Y a la vez lujoso. La suite es muy luminosa, unos enormes ventanales con cortinas color crema, las paredes están provistas de hermosos cuadros de grandes dimensiones, la cama invita a acostarse con su dosel rosa pálido. La ornamentación encaja a la perfección creando un ambiente único. A pesar de que ofrezco cierta resistencia a la tentación de echarme un rato, puede conmigo y acabo tumbándome.



-Diez minutos, ni eso. Esta no es mi vida y cuanto antes diga la verdad, mejor.-Murmuro para mí misma procurando no elevar el tono de voz. A saber cuántos empleados trabajan aquí.

Al medio minuto estoy sumida en un profundo sueño que me lleva más allá de la realidad transportándome a una tierra muy extraña. Allí aparezco yo pero mucho más envejecida, debo tener unos cincuenta años. Estoy en una prisión moderna. Un guardia entra y me sobresalto dando muestra
 de mi inocencia con un brinco.

                                        

-Coma, ya sabe…Hoy le quedan 200 calorías para gastar.

-¿Calorías?

-Así es. Tenía 400 y por comerse aquella onza de chocolate, se le ha reducido a la mitad.-Dice con tono cansado.

-¿Dónde estamos?

-En la cárcel, ¿No lo ve?

-¿Por qué?

-Por suplantación de identidad de la señorita Isadora Blair.-Acto seguido entra la misma chica idéntica del aeropuerto.-Llévenla.-Me cogen por los hombros y me dirigen hacia el exterior, alcanzo a ver un arma antes de que todo se vuelva borroso.

Me despierto rápidamente. Aferrada a las sábanas.

                                               



lunes, 22 de septiembre de 2014

Capítulo V

Hola queridos lectores!!
He cumplido mi promesa y aquí está el capítulo quinto. Siento haberos tenido en ascuas una semana

entera :). Os aseguro que quedan muchas sorpresas por desvelar, poco a poco iréis conociéndolas.

Doy las gracias una vez más a aquellos/as seguidores fieles que leen este blog, a l@s que le dan una

 visita más al contador, a l@s que lo recomiendan, a l@s que comentan (quiero decir que me hacéis

 inmensamente feliz cada vez que recibo vuestra opinión)...en definitiva, a aquellas personas que me 

apoyan. 

Espero que os guste y que disfrutéis de la lectura.

 ME GUSTARÍA DEDICÁRSELO A MI AMIGA ANNIE M.D, gracias!!! Te quiero mucho y desde aquí te mando ánimos para que sigas escribiendo. Lo haces genial <3




Estoy preocupada. No logro que me escuche. Yo no soy esa tal Isadora. Bueno, mi única opción es
 llegar a la mansión y explicar la confusión. Con un poco de suerte, llegaré a tiempo para marcharme y si no… quizás tengan un jet privado o algo por un estilo.

Repiqueteo con los dedos en la ventana. Permanecemos en silencio. Nadie habla.

                                                              

-¿Falta mucho?

-En media hora estaremos allí.
.
-Gracias
.
-Para servirla.

Me pregunto quién será esa tal Isadora Blair. Tiene que ser muy rica. Entonces, como un haz de luz vuelve a mi memoria un recuerdo. La chica rubia. Isadora Blair. Me han confundido con ella.

-¿Puedo hacerle otra pregunta?

-Claro. Dígame.

-Yo no he estado en aquí nunca, ¿No?

-No. Esta es la primera vez.

-Ya.

-Dudábamos en si la reconoceríamos.

Uf. A ver cómo se lo explico a este buen hombre.

“Mire, perdone pero no soy ella.” O…

“Siento la confusión pero no soy la adecuada. Debo irme” O…

“No soy Isadora” Simple y directa.

El problema es que no soy tan lanzada y no seré capaz de decirlo de ninguna de esas tres formas. Empezaré con los rodeos.

No paro de darle vueltas a lo del chico. Luca se llamaba. Sin el más mínimo atisbo de vergüenza se acercó y me dio su número. Rozo la tarjeta con la mano derecha. Siento que me da seguridad. Una estúpida teoría al fin y al cabo.

El jet lag comienza a afectarme. Un síntoma producido por cambios de horario considerables. Sólo deseo dormir.
                                         
-Hemos llegado.

-Vale. Bajo del coche.-¡Hala! Una enorme casona con el suelo empedrado y jardines extensos me rodea.

-Ámbar. Condúcela a su habitación.

-Bienvenida, Isadora.


-Encantada.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Capítulo IV

Holaa!!!! Cómo ha ido el finde?? Aquí tenéis el nuevo capítulo, el cuarto. Las cosas se ponen

 interesantes, eh?? (Os adelanto que Luca dará mucho de qué hablar :-)) Bueno, esta semana he 

publicado muy seguido puesto que ha sido la primera del blog y los capítulos son cortos... pero

 comienza un nuevo curso escolar y como comprenderéis, no voy a tener ni la mitad de tiempo. Por

 eso publicaré una vez por semana en principio y muy probablemente ese día sea en el fin de semana.

 Prometo que me pasaré en cuanto me sea posible ;). 

Espero que me comprendáis y que os guste:

Besos
                                                                                                                          Happydreams






¿Estaba ligando conmigo? ¡Qué cara tiene la gente! Por una parte quiero estar enfadada y por otra no. Ha ganado la segunda. En el fondo me ha gustado ese encuentro repentino.

Busco el panal para localizar el número de vuelo. Sigo la dirección. El aeropuerto es un lugar pintoresco. Cotidiano. Parece un cuadro, que alguien ha pintado a base de pinceladas a todos estos turistas. Me mezclo entre las distintas nacionalidades, colores, costumbres… Aspirando el aroma a libertad.

                                             

Veo a un señor. Creo que es de aquí.

-Disculpe, estoy perdida. ¿Dónde puedo encontrar la puerta de embarque a Berna?

-Siga recto.
                                         
-Muchas gracias.

-Muchas de nadas y suerte.

Sigo andando arrastrando las diminutas ruedas de la maleta. Cada vez se me hacen más pequeñas. Diviso a una chica sentada a pocos metros de mí. Es rubia natural, lleva un elaborado recogido. Viste de Channel. Teclea sin ton ni son en su IphoneS blanco.

                                                        

-No. No, no y no. Soy Isadora Blair. ¡Isadora Blair! ¿Me está escuchando? No pienso acudir a un acto para gentuza pobre. Ni de coña. Yo tengo más clase…- Lo que hay que oír. Es una de estas pijas caprichosas que sólo piensan en ellas. Tomo asiento a su lado. Desgraciadamente no hay más sitios libres.

-Ojalá estuviese con mis amigos… la vida es tan injusta…-Me mira de reojo. Pone cara de asco mientras habla. No me cae bien, el sentimiento es mutuo.

Saco mi Mp3 y me dispongo a oír Bailando de Enrique Iglesias.


 
Ya es tarde. Agarro mi bolso y el resto de mis pertenencias y abandono el lugar.  Me concentro en seguir los cartelitos. Llego frente a una parada de taxi.

-¡Oh, no! Vuelvo a estar perdida. He tomado la otra dirección.-Doy media vuelta para irme cuando…

-¡Espere!-Un hombre llega corriendo.

-Yo creo que se ha confun…

-No. Encantada de conocerla señorita.

-¿Eh?

-Perdone el retraso. Un gusto tenerla con nosotros Isadora.

-No soy…

-Sí, sí. Un grave error. Venga, la limusina espera.-¿Limusina?

-En una hora estaremos en la mansión.-Me da un pequeño empujón para que me suba al automóvil.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Capítulo III

Holaa!!!! Qué tal el comienzo de la semana?? He decidido publicar el tercer capítulo ya que el 

segundo era bastante corto y bueno, no sabía a mucho. Poco a poco descubriréis más facetas de 

nuestra prota. 

Como siempre espero que os guste :)

Besos y disfrutadlo!
                                                                                                                                  Happydreams



Yo me resistí. Puse mil excusas. Por las buenas y por las malas. El resultado es obvio. Lejos de mi

ciudad, de mis amigos… de mi vida. Todo para aprender francés y “ampliar mis

conocimientos,  resultará una grata experiencia” ¡Dios mío! Es una locura. La lengua no se me

 da mal, en clase voy bien. Pero noo. No era suficiente. “Lo agradecerás” Sí sí. Lo dudo.

                                            

Al no tener hermanos es muy complicado desviar una pregunta. La atención se centra en mí. A veces

 me hubiese gustado pasar desapercibida y compartir el interrogatorio con alguien.



-Siéntense por favor. Queremos dar un aviso.-El personal revisa todos y cada uno de los cinturones

 de seguridad. Una de ellas recrimina a dos niños que estaban corriendo por los estrechos pasillos.



Pasajeros, debemos avisarle de un improvisado cambio. Debido a unos problemas técnicos,

 nos veremos obligados a realizar un aterrizaje forzoso por su seguridad. Esta no es razón para

 preocuparse ni mucho menos, el contacto con tierra se desarrollará con normalidad. Por favor,

 permanezcan sentados con el cinturón abrochado, recuerden que los niños también tienen que 

seguir esta norma.

En breves momentos llegaremos al aeropuerto de Madrid (España). La temperatura ambiente es de 

27 ºC.

Por supuesto y como cabe prever, el vuelo que tomarán a su destino inicialmente lo cubrirá

esta compañía. Les informamos de que la próxima salida a Berna será a las 18:00 hora local. 

Muchas gracias por su atención y esperamos que disfruten del viaje.

                                                

Esto sí que no me lo esperaba. Debo de ser gafe o algo. Yo no soy supersticiosa, me parece una 

 pérdida de tiempo aunque respeto a los que sí lo son. El caso es que ahora tengo que coger el

 próximo vuelo para llegar a la capital Suiza lo antes posible. Mi tía no vuelve hasta Agosto. Tengo

 entendido que se fue a Indonesia. Por lo visto, necesitaba desconectar. Así que el piso está en mis

 manos hasta su regreso. Ha sido amable al dejar que resida en su casa.


Hago mis cálculos mentalmente. Son las dos de la tarde, hora española. Faltan cuatro horas para el

 despegue. Después, una vez en el país cogeré un tren con trayecto de dos horas. Vamos, resumiendo,

  un tute. No estoy cansada o eso intento hacer creer a mi cuerpo. La noche en vela pasa factura 

rápidamente. Llevo 20 horas sin dormir aproximadamente.

                                             

Noto los motores del avión rugir. Nos estamos preparando. Esperemos que el piloto sea hábil. Se

 inclina un poco. Los jóvenes gritan como si estuviesen en una montaña rusa de Disneyland París.

 Me sudan las manos. ¿Estoy nerviosa?. Me obligo a negarlo. La presión aumenta, llega a mis oídos.

  Siento que reviento. Habitual en mí. No oigo, no escucho ni mi propia voz. Duele. Duele mucho. Lo

 suficiente para que apriete los dientes fuertemente y desee que esto acabe.


Ya ha pasado. Por fin. Suspiro aliviada. Una y otra vez. Lo repito provocando un sonido rítmico. El

 vehículo se para. Cojo mi maleta rosa de Snoopy. Mi dibujo favorito. Ya se me está quedando

 pequeña pero no tenía otra cosa. Estiro el brazo para cogerla. No le llego.

-Hola. Espera que te ayudo.- Un joven se acerca y me ofrece mi equipaje.

-Gra.. cias.- Me giro y lo veo. Es guapo sin pretenderlo. Por el acento discurro que es italiano.

                                                                 
-Luca, encantado.-Extiende una mano.

-Érica.-Le devuelvo el apretón.

-No eres de aquí, ¿No?

-No. Soy americana.

-¿Qué hace una preciosa chica americana en Madrid?-Me sonrojo.

-Estoy de paso.

-Ah. Bueno, un día puedes venir a verme a Italia. Un país hermoso para una joven hermosa.-

 Permíteme.- Me tiende su tarjeta. Con el número de teléfono. 


-De acuerdo.-Consigo pronunciar. Nuestras manos se tocan, noto su pulso. Firme. La retiro como si 
recibiese un calambrazo y abandono el American airlines. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

Capítulo II

Capítulo II
Holaaa lectores:
¿Qué tal? Buenas noticias, os traigo ya el segundo capítulo para que sepáis cómo continúa la historia. Este es más largo que el primero aunque no os cansaréis de leer. La verdad, es que no publicaré tan seguidamente pero es probable que esta semana aproveche que tengo tiempo y me pase más por aquí.
Espero que os guste, lo podéis ver en la pestaña de arriba: Capítulos.
Besos
                                                                                                                                  Happydreams


                                            



Tres meses antes…
Tres meses antes...

-¡Eri!-¡Oh, no! No puede ser. Algo malo va a pasar. Me baso en dos razones:

1. Mi madre me ha llamado Eri en lugar de Érica. La primera vez en quince años que tengo y ella no es mucho de cambios.

2. El aroma a macarrones a la carbonara se extiende por toda la casa. Mi receta favorita. Lo sabe. Normalmente, suele preparar este menú cuando es mi cumpleaños o en una ocasión especial. Hoy es un día cualquiera así que… sólo puede significar una cosa. Una mala noticia.


-Dime.

-Siéntate a comer por favor.

-De acuerdo.

-Tu padre llegará en un momento. Comida familiar.

                                                              

-Ajá.

-Buenas tardes.-El último comensal se sienta a la mesa.

Ya estamos el trío al completo. Mi pequeña familia.

-Bien, queremos decirte algo.

-Lo suponía.

-Hemos pensado que…-Empieza a dudar. Me temo lo peor.

-¿Sí?

-Bueno, ahora mismo se da mucha importancia a los idiomas. Sabemos que te has aplicado y los resultados son los esperados. Lo que te vamos a decir no es un castigo ni mucho menos. Simplemente queremos lo mejor para ti y que aprendas.

-Y…

-Tengo una hermana en Suiza. No tendría problema en acogerte. Estarás a gusto ya verás.

-¿Qué quieres decir?

-Se nos ha ocurrido que podrías ir allí  a estudiar.-Dice sin más rodeos.



-¿Qué?

-Eso. No será mucho tiempo. Cuatro meses o cinco.

-No entiendo. ¿Me estás diciendo que me voy a ir de Miami?


-Algo así. Estarás allí a partir de Julio para adaptarte. Tienes dos meses. Contamos con que no es fácil llegar a otro sitio y organizar todo tan rápido. Después, permanecerás allí un trimestre. Lo asimilarás. Vuelves para Navidad, aquí te incorporarás al curso en Enero.





Capítulo I :)

Capítulo I

Hola lectores, siento muchísimo el retraso. Tuve un problemilla técnico con esto de las entradas. He cambiado un poco el diseño, en la pestaña de capítulos tenéis unos enlaces directos a ellos. 
Gracias por vuestra paciencia y espero que disfrutéis de la lectura.
Besos

                                                                                                                                        




Me despierto sobresaltada. Una turbulencia. Olvido por completo que esto es  un avión  y al levantar la cabeza… ¡Bum! Golpeo la nuca contra el asiento delantero. Estoy aturdida.

-Lo mejor es que vaya a por un poco de hielo.-Me levanto y busco a una azafata para pedírselo. El vaivén del transporte más la confusión provocada por el impacto hace que vea doble.

                                                    

-Buenas noches, dígame qué se le ofrece.

-Necesito un poco de hielo.-Digo poniéndome una mano en la parte dañada instintivamente.


-Aquí está.

-Gracias.

-Coja algo para comer también.

-Vale.-Me despido. No tengo hambre, llevo sin probar bocado desde que entré por la puerta. Se me ha esfumado el apetito. De todos modos, me obligo a pellizcar un poco el muffin. Lo acompaño con un sorbo de café. El sabor  me recorre de arriba abajo. Nunca me ha gustado, suelo echarle abundante azúcar para dulcificar el amargor.
                                                                     

Saco un libro “Insurgente” el segundo de la trilogía Divergente. Por Verónica Roth. Está interesante, de momento me ha gustado más el primero.

En el Chicago distópico de Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia... y ser quien realmente es, no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella.

Al final, Tris (así la apodan) elige Osadía y debe superar las pruebas de ingreso que no dejarán indiferentes a nadie. Sumándose a eso, descubrirá su mayor secreto. Es divergente. Puede controlar las simulaciones desde dentro, una aptitud que disgusta a los que tienen en sus manos el poder. Es incontrolable.  Este es el resumen del primero de los tres.

                                                   
                                                                       

Observo a los que me rodean. Una fila más allá hay una joven pareja. La chica, pálida y con ojos achinados. Tiene el pelo a la altura de la barbilla color trigo. Es guapa al fin y al cabo. Su acompañante, moreno y de ojos oscuros. Pasa desapercibido, su mirada vidriosa transmite una gran frialdad. Puede que sean imaginaciones mías. Trato de escuchar lo que dicen. Debaten sobre las películas de acción y ciencia ficción.

Poso mi mirada  en una señora mayor. A su lado está sentada una niña, risueña y adorable. Lleva atadas dos coletas que mueve  constantemente. Le pregunta a su abuela (intuyo) el funcionamiento de las salidas de emergencia. Ésta pretende responderle en la medida de lo posible mientras la nieta sigue formulando cuestiones a diestro y siniestro. Lo afronta con serenidad.
                                                                  
                                                               
Me pregunto si la madurez o la experiencia me dará esa paciencia. Cuatro horas a mi destino. ¡No se me pasa el tiempo! Oteo por la ventanilla correspondiente a mi asiento. Está despejado, adoro ver las nubes. Esponjosas. Tengo la impresión de que son de algodón. De que puedo tocarlas.

Recuerdo la primera vez que volé. Cuando tenía siete años. Estaba nerviosa. Mi corazón palpitaba rápidamente. No quería ser cobarde. “Si el resto pueden yo también” me había repetido insistente desde hacía dos semanas para hacerme a la idea. Despegamos y sentí que mi pequeño mundo se paralizaba, luego sonreí y posteriormente grité. Liberándome. Como si pudiese parar el transcurso de los minutos.

Ocho años más tarde aquí estoy yo. Por un motivo completamente distinto. Reacia a disfrutar. Con el pulso pausado. Casi obligada. Cruzando el océano en solitario. “Las cosas han cambiado” pienso.